EL BAMBÚ CONTEMPORÁNEO-EMOCIONAL (1ª parte)

Actualmente los materiales sintéticos y metálicos se utilizan y se usan preferible y principalmente en el mundo occidental, aunque también en el oriental, por sus muchas ventajas.

¿Apasiona el sentido de los materiales sintéticos sin pensar si es perjudicial para el medio ambiente y la sostenibilidad? La arquitectura y el diseño realizados con materiales sintéticos deben dejar paso a la implantación de nuevos procesos y transformaciones, contando con la participación activa de la naturaleza. Es el momento de hacer proyectos novedosos con nuevos usos del bambú. En estas condiciones tenemos la capacidad y el potencial de actuar conscientemente usando el pensamiento abstracto y la imaginación con el fin de cambiar la cultura y contar con este material universal e intemporal. Podemos aumentar el número de proyectos de bambú creciendo en forma de fractales continuos.

Debemos construir una nueva cultura que pase por nuestra colaboración e interacción con la naturaleza, de forma que sea fundamental utilizar materiales sostenibles; y también con imaginación, emoción, pasión y frescura en el ámbito de la sensibilidad, con responsabilidades y restricciones para contribuir al bienestar de la tierra y de nosotros mismos y justificar nuestra profunda relación con el entorno natural, puesto que en la actualidad hay una complejidad caótica.

“El bambú no solo es un material alternativo para reducir el cambio climático, también es un material multifuncional. Es una de las mejores materias del mundo al poder transformarlo; los brotes en comida, en bebida alcohólica destilándolo, en instrumento musical, en arma como espada de Kendo, en papel en procesarlo para fibra, en estructura para apoyo para construcciones, en ropa al desfibrarlo, en método de transporte al convertirlo en carro”, según Dennis Dollens, un experimentado “laminador” de los Estados Unidos. El resultado es que el bambú es útil en arquitectura, diseño, escultura, música, moda, gastronomía, decoración…

De bajo impacto ambiental no necesita de grandes máquinas, por lo que supone un bajo gasto energético en la construcción; se puede utilizar mano de obra tradicional y es respetuoso con el entorno natural y social; es una materia prima propia de los países húmedos y cálidos. Es ligero, flexible y tiene una alta resistencia a la tensión, aunque tiene también desventajas: baja durabilidad debido a los ataques biológicos y baja resistencia a los huracanes y al fuego.

Las personas y entidades que trabajan con el bambú actúan en programas internacionales de cooperación técnica, realizando un amplio intercambio de variedades y de los conocimientos relativos a su uso. Se han creado proyectos destinados a ensayar y seleccionar las mejores variedades de bambú recolectadas en todo el mundo y también a determinar el lugar potencial de ese material en las economías locales. Como consecuencia, la multiplicidad de usos del bambú ha llegado a ser una estimulante realidad en forma de cooperación técnica y ha llegado a un grado de desarrollo considerable. 

Fuente- Revista EcoHabita

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